2. Conceptualizacion

EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE: la evaluación del aprendizaje es un proceso permanente de información y reflexión sobre el proceso de producción de aprendizaje y requiere de los siguientes procesos:

Recolección y selección: interacción con los alumnos aplicación de los instrumentos situaciones de evaluación.

Interpretación y valoración: criterios competencia.

Toma de decisión: Plan de acción nuevas estrategias de enseñanza – aprendizaje.

Su principio y propósito, es la mejora de la calidad de los procesos es decir antes, durante y después, por ello evaluación del aprendizaje toma en consideración que los estudiantes aprenden de manera diferenciada, para esto se utilizan diferentes tipos de instrumentos, que  además de evaluar contenidos temáticos incluyen la  medición de procedimientos y actitudes, que  permiten apreciar el nivel de logro en contenidos  disciplinarios, la aplicación de procedimientos y en el  desarrollo de actitudes. Ejemplos de instrumentos  son: pautas de observación, evaluación de proyectos, análisis de casos, resolución de problemas con  integración de elementos, elaboración de carpetas,  portafolios, etc. Al diseñar un instrumento evaluativo importa  principalmente los beneficios que aquél puede tener  para retroalimentar el aprendizaje del estudiante, más allá de tener la capacidad de medir sus logros.

 

La enseñanza propende a potenciar, integradamente,  la adquisición de conocimientos, el desarrollo de  habilidades y actitudes que favorecen la aplicación y  la transferencia de esos aprendizajes a las situaciones  reales de la profesión. Luego, los instrumentos satisfactorios deben medir los logros de aprendizaje en contextos lo más cercano posible a la profesión. La evaluación está presente en cada momento del proceso de enseñanza y aprendizaje, siendo así parte de éste, considerando que el conocimiento se construye  dinámicamente en el proceso de aprendizaje, a través  de procesos, que el estudiante realiza, de  comprensión, organización y recreación de ese  conocimiento y que el resultado no es  necesariamente una reproducción de lo que le fue  enseñado.

EVALUACIÓN PARA EL APRENDIZAJE: Es importante distinguir la evaluación para el aprendizaje como un modelo particular que es distinto de las interpretaciones tradicionales de la evaluación. En lo que sigue están resumidas sus características más centrales. Concebida de esta forma, la evaluación:

·         Es considerada como parte intrínseca de la enseñanza y el aprendizaje.

·         Requiere que los profesores y profesoras compartan con sus alumnos y alumnas los logros de aprendizaje que se esperan de ellos.

·         Ayuda a los estudiantes a saber y reconocer los estándares que deben lograr.

·         Involucra a los alumnos y alumnas en su propia evaluación.

·         Proporciona retroalimentación que indica a los estudiantes lo que tienen que hacer, paso por paso, para mejorar su desempeño.

·         Asume que cada alumno o alumna es capaz de mejorar su desempeño.

·         Involucra tanto a docentes como alumnos y alumnas en el análisis y reflexión sobre los datos arrojados por la evaluación.

Este modelo se contrasta con la evaluación que en la práctica significa agregar procedimientos o pruebas al final de las unidades de trabajo programadas. Estos procedimientos o pruebas son separables e independientes de la enseñanza de la unidad. La “retroalimentación” es recibir una nota. A pesar de que según este modelo la evaluación es un asunto bajo el manejo del profesor o profesora (el Estado, por ejemplo, no se involucra), tiende a tener un fin más bien sumativa y no formativa.

El término “formativo” es susceptible de variadas interpretaciones: a menudo sólo significa que la evaluación es frecuente en el tiempo y ha sido planificada en conjunto con la enseñanza. En este sentido la evaluación formativa no necesariamente contempla todas las características identificadas como marcas de la evaluación para el aprendizaje. Puede que  una evaluación sea formativa en el sentido de ayudar al  profesor y profesora en la identificación de áreas donde se requiere mayor explicación.

El pensamiento actual sobre el aprendizaje sugiere que en últimos términos son los mismos estudiantes los responsables de su propio aprendizaje (nadie puede aprender por ellos). Siguiendo esta línea, la evaluación para el aprendizaje debe necesariamente involucrar a los alumnos y alumnas en el proceso de evaluación para proporcionarles información sobre cómo les está yendo y para guiar sus esfuerzos para mejorar.